Vía: Sopitas
“Si le siguieron la pista a los últimos singles de la banda, no se sorprenderán del nuevo camino azulado y atmosférico de The Smashing Pumpkins”
Criticar la obra de Billy Corgan siempre me ha parecido un arma de doble filo: uno no sabe si está hablando de un verdadero genio malentendido o de un ególatra loco. Durante los últimos años, el creador de The Smashing Pumpkins se dedicó a buscar a los músicos más parecidos a James Iha y D’arcy Wretzky, montarles coreografías y salir de gira con ellos; hablando de la música, sólo un par de canciones se salvaron del olvido, entre ellas la cruda “Tarantula”.
Después, Billy Corgan decidió que lo suyo ya no eran los discos y que el éxito radicaba en lanzar sencillos; el mundo vio nacer Teargarden by Kaleidyscope, el proyecto más ambicioso en la carrera de los Pumpkins y me refiero a la banda completa porque en esta ocasión todos lograron entrar al estudio y aportar, incluyendo al nuevo baterista Mike Byrne; después de tres años de innumerables y flojos lanzamientos, Corgan se dio cuenta de que debía de lanzar Oceania, el nuevo álbum de The Smashing Pumpkins.
Si le siguieron la pista a los últimos singles de la banda, no se sorprenderán del nuevo camino azulado y atmosférico de los Smashing; Billy Corgan se transformó en un hechizero acuático que le da vida a varios órganos en “Quasar” y que recurre a la miel tipo “1979” en “My Love is Winter” y “The Celestials”. A la mitad del camino, Oceania se convierte un viaje de cursis sintetizadores, “One Diamond, One Heart” y “Pinwheels” resumen toda la dulzura de Billy Corgan en diez minutos.
Por otra parte, la canción que le da nombre al disco es un tema de ensueño casi progresivo que contrasta con “The Chimera”, “Inkless” y “Glissandra”, temas llenos de riffs de guitarra y juegos bajo/batería que sacarán una que otra lágrima de felicidad a todos los amantes del “Cherub Rock” de antaño. Hace apenas unos días, Billy Corgan declaró que Jonny Greenwood es un músico sumamente sobrevalorado; a mí me gusta pensar que uno critica sus propios defectos. Creo que con Oceania, Corgan está buscando un cambio radical, una transformación parecida a la que logran Jonny y Radiohead con cada nuevo disco, lo interesante del asunto es que el cambio para The Smashing Pumpkins llegó casi 15 años después. Lo que importa es que se logró.
Smashing Pumpkins - Oceania 2012
01. Quasar
02. Panopticon
03. The Celestials
04. Violet Rays
05. My Love Is Winter
06. One Diamond, One Heart
07. Pinwheels
08. Oceania
09. Pale Horse
10. The Chimera
11. Glissandra
12. Inkless
13. Wildflower
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