29 de junio de 2011

BUTOH, figuras escorzadas en las tinieblas

Via: Gritos en la Obscuridad
Tal vez una de las expresiones artísticas poco conocidas y de la cual me interese luego de leer una entrevista realizada al misterioso “Anna Varney” (Sopor Aeternus) en donde expresaba la gran influencia de este arte en su música y fuente de inspiración.
Yo diría, que el Butoh me ha ayudado a aceptar mi fealdad… y transformarla en algo hermoso.” – Anna Varney
En la década de los 50, después de que las bombas “Little boy” y “Fat Man” arrasaran respectivamente Hiroshima y Nagasaki, el coreógrafo Tatsumi Hijikata y el bailarín Kazuo Ohno, conmovidos por las secuelas de la tragedia, dieron vida a una nueva forma de entender la danza.


Así nació el Ankoku Butō (暗黒舞踏) más conocido simplemente como butoh, una técnica de danza de movimientos lentos y profundamente expresivos.
El bailador de butoh intenta capturar las sutilezas del alma, entendiendo que la danza es el movimiento del alma que es acompañada por el cuerpo. El alma no está ahí para que a otros les guste. Está ahí para expresar lo que tiene que expresar” – Collini
También llamado la “danza hacia la oscuridad“, el butoh, a medio camino entre el baile y el teatro nace de la repulsión hacia el ser humano, de la necesidad de renacer. Sin embargo pretende alcanzar este renacimiento o elevación del ser a través de la oscuridad, del enfrentamiento con nuestros propios demonios.


El butoh no solo es difícil de comprender, sino también de definir. Es por ello que a menudo resulta dificultoso distinguir que es y qué no es butoh, ya que la complejidad de esta danza muchas veces es resumida en unas cuantas características llamativas como pueden ser el que los bailarines suelan actuar desnudos y con el cuerpo pintado de blanco o realicen muecas y contorsiones grotescas.

Esta danza, casi más imaginaria que real se adentra en las sombras de nuestro inconsciente para transformar  la oscuridad en un acto creador, en algo bello, aunque por supuesto ha de tenerse en cuenta que la concepción de belleza oriental no es la misma que la occidental y por tanto disfrutarlo con mente abierta y libre de prejuicios.
Yo aprendí el Butoh en el vientre materno. De hecho, todas las formas de danza provienen de esa misma fuente” (Kazuo Ohno)