Por Jorge Vigueras /// Fotos cortesía Terrícolas Imbéciles
Hace unos días tuvimos la oportunidad de estar en el concierto de Dead Can Dance en El Plaza (reseña aquí) y solamente podemos decir que la unión de instrumentos, virtuosismo y diferentes influencias convergieron para darnos una experiencia única en el que el tiempo se congeló para que la potente voz de Lisa Gerrard se colara entre las grietas del cuerpo para entrar al alma del ser humano.
Tuvimos la oportunidad de hablar con Lisa, quien con una elegancia peculiar nos hizo el honor de compartir sus experiencias como artista.
La primera vez que Dead Can Dance vino a México fue en 1996. Posteriormente regresaron en el 2005 y ahora éste año 2012. De la primera vez a ésta, ¿cómo sienten ese espacio de tiempo de más de 16 años y cuáles son sus impresiones de ambas visitas?
Lisa Gerrard: Hay muchas cosas que decir por lo que trataré de hacerlo breve. Venir a México siempre es al riesgoso por una pura, limpia y muy fuerte energía que hay aquí. Sabes, cuando vas a alguna parte, tienes realmente que trabajar contigo mismo el cómo vas a crear esa energía para hacer que funcione y realmente poder proyectarla. En México, es lo opuesto porque hay tanto poder que proviene de la tierra hacia uno por lo que necesitas regresar esa energía de vuelta a su lugar, por lo que tienes que enfocarte en enviarla porque está muy viva. Sabes, realmente me preguntaba sobre la otra noche que tocamos aquí en México, a la hora que subí al escenario y dije: “Ahí está de nuevo, es como, no está en mi imaginación, es completamente real y está aquí”. Todo es diferente, viene en una frecuencia diferente y es verdaderamente interesante. Seguramente tiene que ver algo con la tierra, pero pienso que está en la gente también, porque, a pesar de que estaban emocionados esa noche, no estaban al grado de locamente emocionados, sin embargo la energía era realmente fuerte. Es insano y me encanta.
Cuando la gente me pregunta ¿Qué opinas acerca de México? o ¿Si pudieras vivir en alguna otra parte del mundo, dónde vivirías? Yo les digo que México, no en la Ciudad de México, pero un poco fuera de ésta. Al final de mi vida, cuando me encuentre terminando todo, quiero mudarme ahí y vivir ahí seguro. Ellos siempre me contestan que por qué, a lo que yo trato de explicarles que así es, si soy vieja, no quiero estar en un lugar en donde me sienta cansada, quiero estar en un lugar donde me sienta viva, quiero sentir esa energía.
La vez que visitaste México como solista en el 2006, un fan se te acercó a comentarte sobre cómo manejar la energía a través de tu cuerpo, ¿recuerdas?
Lisa Gerrard: Gracias a ésta persona que mencionas y que varias veces viene conmigo, yo pienso que la energía nunca debe vivir en tu cuerpo porque es muy peligroso. Absolutamente debes dejarla salir, es muy importante ya que de no hacerlo así sería un desastre, ésta tiene que ser regresada de vuelta al Universo.
Del álbum Spiritchaser del ’96 hasta Anastasis ha transcurrido mucho tiempo, ¿qué va a suceder con Dead Can Dance después del 2012, qué podemos esperar para el futuro de la banda o de sus integrantes?
Lisa Gerrard: Qué va a suceder, nunca podremos saber. Lo que pienso es que esa emoción que tenemos en éste proyecto, esa emoción de reunirnos a tocar de nuevo, ese sentimiento es el que definitivamente nos da la noción de que hay algo más por hacer y así es como se hace un álbum. Tenemos que tener ese factor para poder expresar más y tomarlo para ver qué podemos hacer con eso. Ese es el fundamento de lo que esperemos se mantenga y podamos continuar con nuestro trabajo, creo estamos en el buen camino hacia ello.
Durante ésta o pasadas visitas a México, ¿ha existido alguna influencia de algo exicano, ya sea de algún músico, instrumento, estilo?
Lisa Gerrard: Por supuesto, ya estoy influenciada por la música mexicana al igual que Brendan (Perry) lo está. La música indígena es muy influyente porque está muy conectada a la frecuencia de la Tierra, es quien es la gente y viene directamente desde el alma, no es cosmética, nada cosmética. Inocencia, esa es la verdadera esencia y es cuando este tipo de colores vienen a nuestro trabajo. Brendan compró algunas flautas y pequeños tambores, a lo que no me sorprendería que él vaya a encontrar el modo de incorporarlo a nuestra música. El estar en algún lugar en México te inspira, recorrer las calles, en los mercados, encontramos algunos acordeones, muy salvajes y eso nos inspira a escribir, la energía cruda y los colores que se reflejan en nuestro trabajo. En una manera más sofisticada se transforman en escalas, como la influencia griega que se puede notar en Anastasis con los ritmos Tiki y las escalas árabes. También han sido influencia Pink Floyd, New York Dolls, hasta Joy Division están a nuestro alrededor.
Mencionaste la música árabe que está muy presente en su música, explica un poco más al respecto por favor:
Lisa Gerrard: Crecí en un área Turca/Griega y con un amplio contexto Árabe, con la música de esa parte del mundo, la música mediterránea, al igual que Brendan. El vivir en Melbourne (Australia) realmente te hace estar en contacto con el Medio Este, en un modo muy positivo porque no te encuentras como testigo religioso, sino que es una manera más saludable ya que encuentras toda esa diversidad de culturas y no tienes que preocuparte por cómo crecen tus hijos, con quienes se juntan o qué enseñan en las escuelas. Estas personas también mantienen sus tradiciones y eso hace más exótica la paleta, por lo que de esa manera la gente al preguntarme sobre qué voy a escribir, contesto que crecí con árabes, griegos, etc. Todos venimos del mismo lugar, todo nos pertenece a todos.
Eso no me gusta precisamente de los Estados Unidos, conversando con un taxista ahí yo le decía “háblame en tu propio idioma, no en Inglés, no me digas que Estados Unidos es el mejor país del Mundo, realmente no lo quieres decir”. Esa gente no le tienen permitido expresar sus culturas por lo que son muy cuidadosos en ese sentido, es muy extraño. No sucede mucho en San Francisco o en Los Ángeles, pasa más en el área central de los Estados Unidos.
No hay nada como la música que hace a la gente cruzar fronteras, no puedo creer como en Estados Unidos hay tantos programas de televisión en los que puedes escuchar música islámica de fondo. Esa música los está moviendo, es la forma en la se conectan las culturas.
Yo tengo una gran esperanza por la raza humana. Estamos haciendo grandes errores de los cuales vamos a aprender. Nuestra generación está de salida pero la siguiente generación, la de mi hija ahí está. Ellos tienen una forma diferente de hablar, de comportarse, políticamente más correcta, tienen más consciencia del medio ambiente, no hacen ofensas racistas o hacia gays, ni tratan de insultar a nadie. Ellos son más cuidadosos y nosotros tenemos que ser más cuidadosos por eso. La siguiente generación está ahí, nosotros les transmitimos eso a nuestros hijos, ahí está la esperanza. Ellos te patean el trasero si tú dices algo que no está bien. Ellos realmente te corrigen por lo que necesitas hacerlo de la forma correcta.
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