Se ha colado un loco en la habitación. Uno de esos que no lo parecen. Armado con vinilos de Depeche Mode y una cámara digital pero vieja. Gahan ni se arruga. Le da al loco todo lo que pide mientras espera a que intervenga la seguridad del pijísimo hotel Four Seasons George V de París. Cuando la pesadilla acaba, me estrecha la mano. Casi me abraza. Este loco nos ha hecho un favor. Sobrevivir a él nos ha hecho más fuertes. Nos ha unido. La entrevista irá como la seda.
¿Tienes que soportar estas situaciones muy a menudo?
Más de lo que me gustaría. Puedo entender ciertos arrebatos fanáticos en un adolescente pero ¿en un adulto? Yo aun siendo fan de Bowie, no estaba seguro de querer romper esa barrera y conocerle personalmente. Finalmente coincidimos en Nueva York y fue encantador.
Al menos Nueva York te ayudará a pasar desapercibido.
Se lleva mejor el fenómeno fan, sí. Pero hay gente de otros sitios que te para por la calle. Es algo con lo que convivo. Menos cuando estoy con mis hijos o con mi mujer. Ahí sí que no. O cuando me esperan en la puerta de casa. Eso ya es acercarse demasiado.
¿Algún aprieto de esos en los últimos tiempos?
Pues ayer caminando aquí en París mi mujer y yo notamos que un coche nos estaba siguiendo muy despacio. El tipo continuó así un buen rato y cuando por fin se bajó del coche y me pidió una foto le dije que no. Que esa no es forma de acercarse a nadie.
Al margen de incidentes, ¿qué tal por París?
A mí no me acaba de gustar.Pero eso no es culpa de la ciudad. Es culpa de los parisinos. Las malas vibraciones que percibes son suyas. Tío, ríndete porque nunca estarás al nivel de los parisinos. Al menos eso creen ellos. No tienen nada que ver con el resto de los franceses.
Lo mismo pasa con los neoyorquinos.
Exacto, los neoyorquinos no son norteamericanos. Tienen una actitud diferente al resto de América. Para mí es un privilegio llevar quince años viviendo allí. Doy gracias por poder permitirme el lujo de tener una casa en esa ciudad.
Venga ya. No será para tanto.Es un lugar maravilloso. Un sitio inspirador y excitante. Mi mejor música la he hecho en Nueva York. Cada día voy a un estudio que tengo a sólo diez minutos de casa. Compongo, toco y a veces saco algo en limpio. Otras no pasa nada, pero hay que estar allí todos los días por si acaso.
Igual te iría bien salir de vez en cuando.[Risas]
Salgo al cine y a los museos. Me encanta pasear por pasear, sin rumbo fijo. Pedir un trozo de pizza y observar a la gente. O ir a mi café favorito en el West Village. No quiero resultar pesado, pero Nueva York es una ciudad increíble. No puedes luchar contra ella y pretender ganar.
¿Tienes vecinos famosos como tú?
Los famosos forman parte del paisaje. Hubo una época en que me encontraba siempre a Kevin Bacon porque vivíamos al lado. Su hermano trabajaba en mi estudio. Pero nadie le da ninguna importancia a eso. Además, yo este último año más que a la vida social me he entregado al nuevo disco.
¿Ya habéis decidido el título?
Barajamos varias opciones pero te puedo avanzar que no estará muy lejos del nombre del grupo. Una especie de juego de palabras. Cuando la gente lo vea dirá “ah, vale”.
Se te ve muy zen. ¿No echas de menos las giras salvajes?
No echo nada de menos de aquella época. Bueno, aparte de ser joven y despreocupado y poder emborracharme cada noche y hacer esas cosas que cuando te haces mayor ya no puedes, porque de viejo salen muy caras.
Ya has ido y vuelto cien veces en el negocio musical. ¿Cómo mantienes la ilusión?
Es fácil. Ahora no tengo que demostrar nada a nadie. Sólo a mí mismo. Me reto constantemente. Soy mi peor crítico. Eso es lo que hace que mantenga la pasión por mi trabajo después de todo este tiempo. Mi único objetivo es mantener la creatividad y las actuaciones al máximo nivel.
Mira, antes de irme te quería enseñar algo [el actor Sergi López cantando ‘Enjoy the Silence’.[Risa] ¿Mapa de los sonidos de Tokio? ¿Qué es? ¿Está en un karaoke? Ah, es una escena de cine. Conozco a este actor. Suele hacer personajes agresivos, ¿verdad?. La escena me recuerda a Bill Murray cantando More than this de Roxy Music en Lost in translation. Me encanta esa película. Tengo que ver ésta. Ahí pone que la directora es ¿Isabel Coixet? OK.
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